martes, 14 de octubre de 2008

El tranvía no hará ruido en las curvas

Vitoria, 03/10/08
Los convoyes contarán con un sistema para engrasar las ruedas delanteras que evitará las molestias sonoras en su recorrido
I. CUETO / A. LORENTE

Guerra a los chirridos. El tranvía de Vitoria incorporará un sistema especial que engrasará sus ruedas delanteras para mitigar el ruido de los convoyes al trazar una curva cerrada, según ha podido saber este diario. El objetivo es reducir al máximo el sonido de un medio de transporte que destaca por su silencioso funcionamiento.

Basta un dato contundente: cuando el metro ligero vaya a 40 kilómetros por hora provocará menos molestias acústicas que tres coches juntos. Pero la experiencia demuestra que en algunos giros los decibelios se disparan. Por eso, Euskotran intentará evitar las quejas vecinales registradas en ciudades como Bilbao o Sevilla.

El primer metro ligero circulará en pruebas desde el lunes y contará con un mecanismo que, según los técnicos, se ha convertido en «la solución más efectiva» a los chirridos. En resumen, se trata de incrementar el engrase existente entre las ruedas delanteras y las vías. Las once unidades que circulen por Vitoria tendrán «una lubricación extra en la banda de rodadura», según detalla un documento elaborado por el Departamento de Transportes del Gobierno vasco. Se trata de la misma solución que se aplica en el metro ligero de Bilbao desde 2006.

Al mismo tiempo, el informe detalla que los raíles cercanos a los accesos a las cocheras de la calle Landaverde llevan incorporado «un material elástico aislante», llamado elastómero, capaz de reducir las emision acústica y las vibraciones.

La consejería vasca de Transportes recalca que las instalaciones en las que 'dormirán' los tranvías están cerradas y funcionarán en horario diurno. «De noche sólo se realizarán los trabajos de limpieza de las unidades», precisan para tranquilizar las dudas de los habitantes de las viviendas cercanas, situadas a escasos metros. Las mismas fuentes agregan que entre esas casas y los talleres se instalará «un muro de cierre y un talud con pantalla vegetal tupida que ocultará el paso de las unidades».

Estas medidas no ha logrado tranquilizar, ni mucho menos, a los residentes de la zona. «Estamos preocupados. Tenemos enfrente las cocheras, los talleres y el tren de lavado. Sospechamos que todo generará bastante ruido. No sabemos si la solución más idónea es poner un seto», relató con ironía un portavoz vecinal.

Al mismo tiempo, los técnicos de la empresa CAF han iniciado ya las primeras pruebas en el tranvía que llegó el lunes a la capital alavesa. Entre otros trabajos, la puesta a punto incluye la revisión de los frenos, de la tracción y de la estabilidad de marcha del convoy. El metro ligero saldrá en pruebas el lunes e irá hasta el cruce de Duque de Wellington con Antonio Machado.
Los precios, en el aire

Mientras las dudas técnicas comienzan a disiparse, las relacionadas con el precio del tranvía y de Tuvisa siguen sin despejarse. Representantes del Ayuntamiento y el Gobierno vasco mantuvieron ayer un encuentro para decidir cuánto les costará a los vitorianos el bono mensual y realizar un transbordo de un medio a otro. En la reunión se acercaron posturas, pero no se cerró un acuerdo.

Desde el Gabinete Lazcoz, el concejal de Movilidad y presidente de Tuvisa, Joaquín Esteban, ofreció una 'horquilla' de entre 23 y 27,8 euros para fijar el precio del bono mensual que dé derecho a viajar sin límite en ambos medios de transporte. Tanto Euskotran como el Departamento vasco de Transportes, por su parte, se limitaron a señalar que estudiarán la propuesta.

Todo apunta, según las fuentes consultadas, a que el acuerdo parece inminente dado el elevado margen de los precios propuesto por el Consistorio. Más complicado parece el asunto de los transbordos. El Ayuntamiento pretende que los ciudadanos paguen el importe del billete más caro -0,55 euros valdrá el viaje en el metro ligero y 0,45 el del autobús-, de forma que quien pase del tranvía al urbano viajará gratis y quien lo haga a la inversa, abonará 10 centímos. La propuesta de la consejería liderada por Nuria López de Guereñu es de 80 céntimos.

Lo que ya es seguro es que el viaje ocasional del metro ligero el próximo año será de 1 euro puesto que no se le aplicará la subida del IPC correspondiente al presente ejercicio.

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