lunes, 6 de abril de 2009

UN MES PARA EJECUTAR LA MEDIDA

Jaén, 25/03/09

Un vecino tarda diez años en 'silenciar' las campanas de la catedral de Jaén

La medición municipal califica el ruido "no aceptable" mientras el concejal de Medio Ambiente asegura que «forma parte del acervo cultural"
JUAN ESTEBAN POVEDA

Antonio Rus
Antonio Rus posa en su terraza, con el campanario al fondo./IDEAL
Las campanas de la catedral de Jaén emiten un ruido «no aceptable». Lo dice la Concejalía de Medio Ambiente después de analizar las mediciones que hizo la Policía Local el pasado 19 de diciembre.

El Ayuntamiento actúa obligado por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, tras una década de desidia municipal para resolver las denuncias que desde 1999 lleva interponiendo un vecino, al que las campanas le molestan en su casa.

Y el sonómetro le da la razón. «No aceptable». Ahora se abre un plazo de diez días para alegaciones. Si no prosperan, según la ordenanza, se deben aplicar medidas correctoras a ese exceso de ruido de las campanas. El tiempo que hay para ejecutar esas medidas «nunca podrá exceder de un mes, salvo en casos debidamente justificados, en los que podrá concederse una prórroga».

Técnicamente, lo que ha emitido Medio Ambiente es un «informe desfavorable». Según la ordenanza, se emite un dictamen de este tipo «cuando el resultado de la inspección determine que el nivel sonoro o de vibración es no aceptable».

No es ninguna sorpresa. El 19 de enero de 2000 la Patrulla Verde ya hizo una medición, que provocó que un informe municipal calificase el ruido captado dentro de la vivienda como «intolerable». Desde entonces el denunciante, Antonio Rus, está esperando que las autoridades actúen en consecuencia.

Vive desde los 80 en una vivienda municipal a la espalda del Ayuntamiento

Antonio Rus, trabajador municipal ya jubilado, habita una vivienda propiedad del Ayuntamiento justo a la espalda del palacio consistorial. Su terraza da a la plaza de Santa María. Las vistas de la catedral de Vandelvira son espectaculares. Pero por ahí, asegura, entra el ruido. «Es como si sonaran en mi habitación. Me estoy volviendo loco», ha llegado a declarar.

Reacciones

El responsable municipal de Medio Ambiente, José Luis Cano, declinó ayer hacer cualquier valoración del informe que admite el exceso de ruido y sobre la difícil papeleta que tiene ahora en su tejado.

Según Cano, el sonido de las campanas «forma parte del acervo cultural». Pero «se trata de dar cumplimiento a un mandato judicial. El anterior equipo de gobierno del PP no abordó adecuadamente la denuncia de un vecino y ahora estamos obligados», declaró en diciembre pasado.

En el Obispado y en la misma catedral indicaban ayer que no tenían conocimiento del informe de Medio Ambiente. El deán de la catedral, Francisco Juan Martínez Rojas, indicó no obstante que resulta sintomático que «no se quejan vecinos que viven justo al lado del campanario y sí lo haga éste que vive detrás del Ayuntamiento». Según Martínez Rojas, el denunciante ha hecho llegar al Obispado a través de una carta una reclamación millonaria por daños y perjuicios.

Antonio Rus tiene varios frentes judiciales más abiertos contra el Ayuntamiento. En uno de sus muchos pleitos, logró que la Justicia reconociese que había sido agredido por un concejal del actual equipo de gobierno. Además, también reclama que por culpa de unas obras en su bloque, propiedad municipal, sufrió una caída.

No hay comentarios: