Isabel Suárez C. / Jerez
El sonido no deseado se convierte en un inconveniente difícil de eludir, causa de molestias
El IES 'Almunia' ha realizado un interesante estudio sobre contaminación acústica, del que pasamos a analizar algunos datos por su relevancia.
Cuando nos referimos a la contaminación pensamos en sustancias sólidas, líquidas o gaseosas producidas por la industria, agricultura y el consumo, pero hay un tipo de contaminación que no se ve y afecta a personas y animales de manera directa e inmediata: es la contaminación acústica.
Ruido es todo sonido no deseado. El ruido se ha convertido en un inconveniente difícil de eludir, causa de frecuentes molestias y conflictividad, la OMS establece que cuando se rebasan los 65 decibelios (dB) puede verse afectada la salud.
Numerosos estudios constatan que el ruido afecta al proceso de enseñanza-aprendizaje, pues distrae la atención del profesorado y del alumnado, crea una tensión adicional y pone nerviosos, dificulta la comunicación profesorado/alumnado, perjudica el proceso educativo y la calidad de enseñanza. Por encima de 40 dB se pierde concentración y si es mayor de 80 dB pueden aparecer comportamientos agresivos.
Dentro de la unidad didáctica dedicada al sonido propuse a mis alumnos una pequeña investigación acerca de la contaminación acústica en el centro y sus consecuencias en el ambiente escolar. Las fuentes de ruido en el centro son: situación geográfica del centro, timbre de cambio de clase, aulas que necesitan música, las tareas de mantenimiento del centro, el ruido de fondo de los ordenadores y sobre todo el sonido que emiten las personas (los docentes sabemos el tiempo que se necesita para que el ambiente de clase sea el adecuado).
Medimos la intensidad del sonido con un sonómetro en distintos puntos de los pasillos del IES 'Almunia' a distintas horas de la jornada escolar, sin coincidir ninguna de ellas con la del cambio de clase. Esos datos se tabularon y representaron, sirva de ejemplo la gráfica correspondiente a la primera planta del edificio que reproducimos sobre estas líneas.
La conclusión más inmediata es la influencia de la hora y del día de la semana, pues, a ciertas horas, estamos más predispuestos a hacer ruido, a hablar más y más alto y no es lo mismo que sea lunes que viernes.
Cuando se celebra el día del medio ambiente, también es importante reflejar la calidad de vida del entorno cotidiano y propiciar medidas que faciliten una mejora de las condiciones de trabajo y estudio.
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