El 11 de marzo de 2010 fue un día grande para los vecinos de Valencia y Xirivella. El primer avión que despegó hacia el mar por la mañana se desvió unos metros hacia el sur dos millas después de despegar de Manises y evitó así sobrevolar las viviendas de los barrios de San Marcelino o San Isidro. Aquel día entraba en vigor una ruta estudiada durante meses por Aena para causar las menores molestias a los vecinos de las dos ciudades. Un año después, sin embargo, aquella ruta que tanto ha beneficiado al descanso de los vecinos se cancelará.
En unos diez días, según informaron los técnicos de la empresa estatal a los municipios afectados por el ruido del aeropuerto de Manises, los despegues seguirán la ruta anterior a ese 11 de marzo. Será un cambio temporal que durará unos cuatro meses, y que coincide con el incremento de vuelos que a partir de finales de marzo se producirá con las nuevas rutas de la temporada de verano.
La razón esgrimida por Aena para volver al pasado es la sustitución del actual sistema de radioayuda a la navegación aérea por uno de última generación. Esta tecnología permite a los pilotos seguir en vuelo una ruta preestablecida, que mientras no esté activa obligará a las aeronaves a utilizar la antigua trayectoria de despegue, la de la línea recta, y que sobrevuela miles de viviendas de Xirivella y los barrios al sur de Valencia.
No pensaban los técnicos de los siete municipios que asistieron ayer a la reunión, convocados por Aena, que les tenían preparados esta sorpresa. En el décimo encuentro del Grupo de Trabajo Técnico del Ruido, y tras las quejas del Ayuntamiento de Valencia, se ha decidido pedir a Aena que habilite un número de teléfono que estará disponible en la web para que sea la empresa pública la que «informe a los ciudadanos de manera directa acerca de la situación».
La concejal de Contaminación Acústica del Ayuntamiento de Valencia, Lourdes Bernal, señaló ayer que no es una «buena noticia para los vecinos, ya que llevamos muchos años peleando para conseguir que los aviones no atreviesen la ciudad por los riesgos que conlleva y por el ruido que generan». De momento, solo se había conseguido aprobar la modificación de trayectoria en los despegues, y todavía queda por avanzar en los cambios de ruta que siguen los aviones para los aterrizajes.
Sí se ha avanzado, sin embargo, en poner en marcha una nueva aplicación, que consiste en visualizar a través de la página web de Aena las trayectorias de las aeronaves y el nivel acústico producido en una determinada localización.
En la reunión que se celebró ayer, y en la que estaban convocados técnicos de los consistorios de Valencia, Manises, Xirivella, Quart de Poblet, Mislata, Ribarroja y Aldaia, Aena explicó que esta nueva aplicación permitirá visualizar los movimimientos de los aviones y informarse de datos como el código, la altitud o el tipo de aeronave, aunque con 30 minutos de demora por cuestiones de seguridad. Se podrán consultar datos registrados por el sistema de monitoreado de ruido instalado en los alrededores del aeropuerto durante los últimos 45 días, e incluso seleccionar un lugar para el sistema calcule la distancia que le separa de cualquier avión que pase por allí.
Este sistema, que ya está en vigor en los aeropuertos de Barajas o El Prat, permitirá además que los vecinos puedan presentar reclamaciones o quejas a las rutas de los aviones. En este sentido, la concejal de Contaminación Acústica dejó claro que desde el Ayuntamiento «se hará un seguimiento para confirmar su puesta en marcha, ya que es importante para los vecinos que padecen el ruido de los aviones».
Los técnicos de Aena informaron además que en los próximos meses se someterán a consulta e información pública «las servidumbres acústicas del aeropuerto de Manises y el plan de acción asociado». Esta actuación, según fuentes de Aena, «beneficiará claramente a los vecinos afectados ya que las servidumbres se establecen con carácter definitivo asociadas a la actividad real del aeropuerto». Es decir, habrá un número mayor de vecinos que tendrán derecho a que le aislen su vivienda, ya que el último estudio sobre la afección de los aviones se calculó antes de que se ampliara el aeropuerto y cuando el número de vuelos era mucho menor al actual.
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