A. URIONA
El Ministerio de Medio Ambiente pagará las obras de aislamiento que deberán realizarse en unos 1.800 pisos del entorno del aeropuerto de Bilbao. Por vez primera, la Administración estatal se ha comprometido a adoptar medidas contra el impacto acústico en el aeródromo vizcaíno, que incluyen también la reparación de tejados si se comprueba que los daños que sufran "están motivados por la operación aeroportuaria". Estos trabajos de aislamiento se deben ejecutar antes de 2020.
Las actuaciones se incluyen en la declaración de impacto ambiental aprobada por el ministerio para el plan de ampliación del aeropuerto, que el Boletín Oficial del Estado publicó ayer. El plan de ampliación prevé una inversión de 191 millones de euros para ampliar la terminal, construir un nuevo aparcamiento de vehículos, aumentar el espacio de la la plataforma de estacionamiento de aeronaves y crear una terminal de carga.
El estudio de impacto fija por vez primera en un aeropuerto español un límite máximo de ruido de 60 decibelios por el día y 50 de noche para establecer la zona de protección acústica. Hasta ahora esos límites se elevaban a 65 y 55 decibelios, respectivamente.
Las comunidades de vecinos de las 1.800 viviendas incluidas en la zona de protección, la mayoría de ellas en Derio, deberán presentar un plan individualizado, que pagará AENA, el ente que gestiona los aeropuertos nacionales. En un plazo de seis meses tiene que constituirse una comisión de seguimiento ambiental con representantes de los gobiernos central y vasco, la Diputación, los municipios afectados y grupos ecologistas de la zona. En el aeropuerto de Barajas ya se tomaron hace años medidas para aislar pisos en las localidades cercanas, y en Pamplona está aprobado otro proyecto, ue sólo afecta a 70 casas.
La asociación Lur Maitea, el único colectivo que en los últimos diez años ha denunciado reiteradamente la contaminación acústica del actual aeropuerto de Loiu, destacó que el área de protección acústica se debe ampliar a más viviendas. "Deja fuera Sondika y una parte importante de Loiu", afirmó ayer un portavoz de la asociación.
El Ministerio de Medio Ambiente mantiene el depósito de lindane, ubicado junto a la pista principal, que fue construido en 1998 por el Gobierno vasco. Hace casi tres años, AENA encargó una auditoría de la celda, que alberga bajo tierra 108.000 metros cúbicos de tierras contaminadas con ese residuo, después de que un juzgado la considerase ilegal por la falta de evaluación de impacto ambiental. El estudio concluye que el depósito "se adecua técnicamente a las características" de este tipo de infraestructuras y que "no genera ningún impacto negativo".
Lur Maitea asegura que el depósito filtra lixiviados (agua contaminada).
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