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Se acabó la brusca irrupción de un anuncio de publicidad a alto volumen en la televisión estadounidense. Los espectadores no tendrán que acudir a buscar el mando para no quedar sordos en cuanto llegue la pausa de su programa favorito.
La Cámara de Representantes de Estados Unidos ha sentado un precedente para acabar con la habitual práctica de subir el sonido de las emisiones de un canal de televisión en cuando llega la publicidad, para, en teoría, llamar más la atención del público.
La institución ha votado a favor de un proyecto de ley en el que se ordena a las cadenas de televisión norteamericanas el bajar el volumen de sus anuncios, que a menudo está mucho más elevado que el resto de la programación, ha informado la BBC.
La ley, Commercial Advertisement Loudness Mitigation Act (CALM), establece que el sonido de la publicidad no pueda ser más elevado que los programas a los que acompañan. La Comisión Federal de Comunicación estadounidense (FCC) sería la encargada de vigilar su aplicación. Otra medida semejante ya está siendo examinada en el Senado.
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