martes, 16 de septiembre de 2008

El tráfico provoca que 91.500 vecinos sufran más ruido de lo permitido

Sevilla, 11/08/08
Las zonas residenciales de San Jerónimo, en la capital, y Camas ubicadas junto a la SE-30 se llevan la peor parte, junto a los municipios aljafareños situados al pie de la A-49
TRINIDAD PERDIGUERO

Las carreteras de alta capacidad son una infraestructura esencial para que las aglomeraciones urbanas, como Sevilla, sean operativas. Pero tienen efectos perniciosos, como el ruido. Según un estudio que el Ministerio de Fomento ha realizado sobre sus carreteras más transitadas (con una intensidad de 16.000 vehículos al día, o mayor) de la provincia, hay hasta 91.600 vecinos del área metropolitana que, debido a ellas, soportan niveles de ruido que superan los 55 decibelios (dBA), el máximo fijado por la normativa autonómica tanto para zonas residenciales, como hospitalarias y educativas.

Para muchos la situación es incluso peor. Hasta 11.800 padecen, según las mediciones hechas en las fachadas de sus viviendas, más de 65 dBA durante el día, que comprende desde las siete de la mañana a las once de la noche. Esa cifra es el límite que recomienda la Organización Mundial de la Salud. Las restantes horas de teórico descanso, cuando no debían superarse los 45 dBA, atendiendo a la ley andaluza, hay casi 20.000 vecinos que tienen que soportar más de 55 decibelios.

El grueso de la población afectada -hasta 54.500 personas- vive en las inmediaciones de la SE-30; o de la A-49 -con más de 24.000 afectados en el Aljarafe- en la N-630 (3.500); la Ronda Norte (otras 3.000); o la N-IV, con 4.000 damnificados por el ruido del tráfico. Cierra la lista la A-66.

En el denominado Estudio previo a los mapas estratégicos de ruido de las carreteras de la red del Estado se concluye que hay 14,5 kilómetros en las márgenes de estas vías con una "prioridad alta" para la instalación de pantallas acústicas. A la cabeza están el barrio del Cerro del Águila o Camas, por el ruido de la SE-30; Los Remedios y Triana por la afección que supone la N-630; y, de nuevo, Camas, Tomares, Castilleja de la Cuesta y Gines por la A-49.

LA SE-30
Dado que la circunvalación de Sevilla fue superada hace años por el entramado de viviendas y equipamientos urbanos no es extraño que sea la vía más conflictiva. La población expuesta a niveles de ruido de más de 55 dBA llega a 54.500 personas, de las que 7.200 están sometidas a más de 65. Por la noche, el nivel no se reduce para muchos y hay 12.400 que intentan dormir con más de 55.

Hay casi 500 personas expuestas a más de 70 dBA, sobre todo en el barrio del Cerro del Águila, una de las seis "áreas de conflicto" que se identifican, en concreto, en la zona de Santa Clara y Jardín Este y, "en particular" en el conjunto residencial Las Góndolas y otras zonas situadas entre los puntos kilométricos 2,500 y 5,500, aproximadamente.

En la capital, también se califica como conflictiva la zona del campus universitario de la Cartuja y hay más zonas escolares afectadas en el punto kilómetro 14, a la altura del estribo oriental de los puentes Juan Carlos I y Reina Sofía. El problema es igualmente importante a ambas márgenes del trayecto norte, entre los kilómetros 22,400 y 23,300, donde además de viviendas está afectado el Hospital de San Lázaro. Finalmente, se destaca el ruido que la SE-30 ocasiona en Camas, en la margen izquierda que va del kilómetro 17,800 al 19,700.

LA A-49, EL ALJARAFE
Alrededor de esta columna vertebral del Aljarafe viven hasta 24.200 personas soportan más de 55 dBA, 3.500 de ellos más de 65. Los niveles nocturnos no descienden para 5.500 de estos vecinos. Según el estudio, el 90% de los afectados se concentran del punto kilométrico cero al sexto, el trayecto que va de la Pañoleta a la salida Gines-Bormujos, donde hay además 26 centros educativos, tres de ellos con niveles "muy elevados" y el Hospital del Aljararafe, en Bormujos. Según Fomento, también es conflictivo el paso por Benacazón, ya en el punto kilométrico 16. En otros núcleos estudiados, como Umbrete, Huévar o Carrión los problemas "no resultan significativos".

AUTOVÍA DE LA PLATA
El informe del Ministerio de Fomento apunta que la reciente apertura de la A-66 (en el año 2004) ha reducido los problemas de ruido que suponía la N-630. No obstante, sigue habiendo unos 800 vecinos, sobre todo en Santiponce, que soportan más de 55 dBA, 200 de ellos incluso por la noche.

N-630
La carretera nacional Cádiz-Gijón que atraviesa Sevilla sigue causando muchos problemas en el límite occidental del núcleo urbano de la capital. En el estudio se alude expresamente a varios núcleos residenciales de Triana y Los Remedios, como Alfarería, Turruñuelo, León, El Tardón y Nuestra Señora del Carmen. En total, hay 3.500 personas que soportan más de 55 dBA de índice de ruido ponderado, de los que 325 llegan a 65. Por la noche, no bajan de los 55 dBA hasta 800.

LA RONDA NORTE
San Jerónimo y Pino Montano acogen a 3.000 personas que superan los 55 decibelios, 400 de ellas hasta por la noche. Los problemas se concentran sobre todo entre los kilómetros 4,00 y 4,700, -donde hay pisos de cierta altura y un complejo educativo afectado en Pino Montano- y una manzana de San Jerónimo, a la altura del kilómetro 7,200.

POR EL SUR, LA A-4
Los técnicos califican de "moderado" el problema por el ruido de esta autovía al sur de Sevilla en comparación con otros que aparecen en el estudio. Con todo, provoca que unas 500 personas convivan a diario con más de 55 decibelios, cien incluso por la noche en la parte central del tramo. Se trata de las urbanizaciones Nueva Andalucía y Montelirio y edificaciones singulares, como el Hospital del Valme o el complejo educativo Blanco White, perteneciente a la Diputación de Sevilla y ubicado entre los términos municipales de Sevilla y de Dos Hermanas.

LA N-IV POR BELLAVISTA
Los mayores problemas con la carretera N-IV se concentran en el tramo final de Bellavista, entre los puntos kilómetricos 548,8 y 549,5 y en ambas márgenes. Es la zona donde se suceden el Hospital de Valme y el Instituto de Enseñanza Secundaria Bellavista y, en la margen izquierda, numerosos bloques de pisos a pie mismo de la carretera. El estudio cifra en 1.700 los vecinos afectados por más de 55 dBA, 400 incluso por la noche.

LA N-IV Y LOS PALACIOS
A su paso por la provincia de Sevilla, los ruidos de la N-IV también inciden en Los Palacios, donde unas 2.500 personas están expuestas a más de 55 dBA de media. No obstante, la distancia que hay hasta la carretera y la función de pantalla que hace la infraestructura de encauzamiento del Caño de la Vega hace que la población que padece más de 60 dBA sea prácticamente nula.

Sevilla necesita más de 18 kilómetros de pantallas acústicas

Tal y como fija la normativa europea, el Ministerio de Fomento no sólo establece en este estudio las zonas que sufren contaminación acústica a causa de las grandes infraestructuras que gestiona (en este caso las autovías), sino que concreta la prioridad -alta, media o baja- para la instalación de pantallas que amortigüen el sonido en las zonas más conflictivas. En total, y sólo en la provincia de Sevilla (aunque el informe abarca toda Andalucía Occidental), se recomienda su colocación a lo largo de más de 18 kilómetros.

En más de 12 kilómetros la actuación está como considerada prioritaria. De hecho, algunos ayuntamientos, como los Castilleja de la Cuesta y Tomares, usan este argumento para que el Estado acometa la inversión necesaria lo antes posible. Este último, gobernado por el PP, ha lanzado incluso la idea de que la A-49 se soterre a su paso por el municipio. Las zonas más necesitadas son varios tramos de la SE-30 a su paso por el Cerro del Águila: entre los kilómetros 2,95 y el 4,50 en el margen izquierdo; y entre el 2,60 y el 4,60, con algunos saltos, en el derecho. También son urgentes los situados en la margen izquierda de la SE-30 a su paso por Camas, en algo más de dos kilómetros.

En este municipio son prioritarias además a lo largo del kilómetro de recorrido de la A-49 por La Pañoleta. Fomento también ha establecido que a medio plazo estos amortiguadores del sonido deben blindar las barriadas de Colina Blanca y Coca de la Piñera.

La prioridad es alta igualmente para la N-630 cuando bordea Triana y Los Remedios (1.900 metros); al paso de la A-49 por las urbanizaciones tomareñas de Santa Eufemia y la Urbanización Villares Altos, que suman 1.700 metros; en los cuatro kilómetros que esta autovía hace por los barrios de La Inmaculada y El Faro en Castilleja de la Cuesta; así como por la urbanización El Lorón, Las Brisas y Guadajaraque, en Gines. En Bormujos, aunque no de forma tan urgente, las pantallas son precisas en Las Coronas, la barriada El Barrero y al paso por el Hospital de San Juan de Dios, concertado con la Junta.

El documento del Gobierno central fija otras zonas de prioridad "media", como en la SE-30 a su paso por el Campus de la Isla de la Cartuja y el enlace sur de la N-630; así como varios tramos de la Ronda Norte por Pino Montano y San Jerónimo. A más largo plazo se recomienda la colocación al paso de la A-49 por Benacazón.

De todos los tramos analizados, sólo cuentan con pantallas ambas márgenes de la SE-30 a su paso por las urbanizaciones Jardín Este, La Moraleja y Santa Clara, aunque en el documento se admite que "la solución es compleja", como lo es el paso de la N-IV por Bellavista Sur.

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