El detector más activo de Madrid sanciona a quien pasa de 79 kilómetros por hora
El aparato se instaló tras un acuerdo entre Ayuntamiento y fiscalía
FRANCISCO JAVIER BARROSO
Una media de 2.200 denuncias pone el radar que ha instalado el Ayuntamiento de Madrid en la salida de la autovía de Extremadura (A-5), a la altura de Batán. El que más sanciona de todo Madrid en frecuencia diaria. Este cinemómetro está regulado de tal forma que salta cuando los coches superan la velocidad máxima de 70 kilómetros por hora. Se instaló tras un acuerdo al que llegó el Consistorio con la fiscalía para reducir el ruido que sufrían los vecinos de la zona.
El radar está situado en una columna de información sobre el carril derecho y está regulado de forma que haga una fotografía cuando detecte a un vehículo que supere los 79 kilómetros por hora. Entró en funcionamiento el pasado 24 de noviembre, día en el que cazó a 2.400 conductores, lo que aporta una media de 100 infractores cada hora.
La mayoría de esos infractores serán sancionados en las próximas semanas con la multa mínima, que está fijada en 92 euros y no supone la retirada de puntos del carné, según fuentes de la Concejalía de Seguridad. Estas mismas fuentes explicaron que el número de fotos (y por tanto de denuncias) está bajando. El pasado 17 de diciembre ya eran de 1.700 al día. Esto arroja una media de 2.200 sanciones por día desde que entró en funcionamiento.
"Ante todo debe quedar claro que no se trata de una medida para recaudar dinero, sino de una fórmula para aumentar la seguridad en la zona y que los vecinos sufran menos ruido por la reducción de la velocidad", explicaron fuentes municipales. A eso se ha unido que toda la calzada se acaba de asfaltar con un pavimento que reduce el ruido y permite mayor adherencia en caso de lluvia.
Este periódico pudo comprobar como en una hora de la madrugada de un domingo (entre las dos y las tres) más de 150 conductores fueron fotografiados. Muchos vehículos iban a gran velocidad pese a que acababa de pasar una ligera curva a la derecha y había mucha circulación.
Pero la noche no es sólo campo para las denuncias. En más de una ocasión, y por la mañana, han sido multados hasta cinco y seis vehículos en menos de un minuto que iban uno tras otro y sin guardar la distancia de seguridad.
El número de sanciones que han puesto los radares que tiene el Ayuntamiento de Madrid ha crecido este año por la entrada en funcionamiento de los 16 que están repartidos en los túneles de la M-30, y que han venido a reforzar los ocho que tenía instalados en esta vía. En enero de 2008 estos ocho radares fijos pusieron un total de 3.277 multas, que se sumaron a las 116 infracciones que detectaron los vehículos móviles de la Policía Municipal, según datos de la Concejalía de Seguridad.
En abril, con la entrada de los 16 nuevos cinemómetros de los túneles, la cifra se disparó. Pillaron a 46.010 conductores, frente a los 12.386 que captaron los ochos fijos que ya estaban instalados y los 148 de los móviles de la policía. "Mucha gente no respetó los 70 kilómetros de los túneles y, con la entrada en servicio, hubo muchas denuncias al principio", explicaron fuentes municipales. Los dos que tienen el récord de denuncias son los situados en la entrada a la capital desde la A-5, bajo la avenida de Portugal.
A lo largo de los meses se ha producido el efecto contrario. Mientras los radares de los túneles han bajado hasta las 8.008 denuncias del pasado mes de noviembre, los fijos de superficie se han disparado hasta los 31.392 en el mismo periodo, según datos del Ayuntamiento, y los móviles de la Policía Municipal se quedaron en 135.
Una de las posibles causas de este cambio es que muchos conductores, en especial por las noches, se confían y piensan que estos aparatos no funcionan. Error. Los cinemómetros trabajan las 24 horas y están calibrados para que salten a la mínima infracción. Otra puede ser que no haya funcionado el boca a boca, como ha ocurrido con los de los túneles de la M-30.
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