jueves, 10 de diciembre de 2009

El Rincón del Dr. Decibelius

Melómanos

Hola, queridos lectores melómanos de este newsletter; a vosotros va dirigido especialmente el artículo de este mes, aunque esperando sea del agrado de todos, desde la más pura nostalgia.
Tantos y tantos instrumentos musicales han caído en el olvido, en el casi completo desuso, que desde aquí quiero rendirle homenaje, amigos y amigas, al hijo moderno del piano, al hermano mayor del sintetizador, a ese precioso instrumento llamado Mellotron.

El Mellotron es un instrumento musical electromecánico polifónico inventado en Estados Unidos en la década de 1950 por Harry Chamberlin, quien tenía el objetivo de crear un instrumento hogareño que pudiera replicar los sonidos de una orquesta para cantar en reuniones familiares.

El primer prototipo de este instrumento creado por el señor Chamberlin se llamó, como no, “Chamberlin”, pero el sonido que producía no era el esperado por su creador, además de presentar constantes problemas con el sistema de cintas grabadas; el mercado familiar no pareció interesarse en el producto, del cual apenas llegaron a fabricarse unas 500 unidades en total.

A principios de la década de 1960, un vendedor contratado por el propio Harry Chamberlin, llamado Bill Fransen, llevó la idea a Inglaterra y la presentó como propia (el muy piratilla), logrando interesar a una empresa llamada Mellotronics, que fabricó dos mil unidades bajo el nombre comercial de “Mellotron”; si bien este nuevo instrumento musical copiaba el concepto de su antecesor, incorporaban algunas mejoras técnicas que lo hacían un poco más fiable.

El Mellotron (en los primeros modelos comercializados) era un teclado capaz de reproducir en tres canales cintas pregrabadas accionadas con ambas manos: con la izquierda se podían seleccionar 18 ritmos diferentes y con la derecha otros tantos instrumentos; exteriormente no se diferenciaba demasiado de un piano convencional, y al principio se encajaba en un elegante mueble de madera; fue uno de los primeros teclados eléctricos y puede considerarse el antecedente directo del sampler, pues utiliza loops de cinta para crear sonidos.

Este simpático artefacto polifónico permitía (y permite) reproducir muestras (samples) de sonido pre-grabado en una cinta; cada tecla está asociada a una cinta magnética de casi 1 cm. de ancho que tenía una duración aproximada de 8 segundos. El músico, al presionar una tecla, hace circular su cinta correspondiente, que recorre un ingenioso sistema en forma de W, y reproduce el sonido pregrabado que contiene diversos instrumentos (de cuerda, orquestales, coro polifónico, flautas, etc) y al que podían agregársele nuevos sonidos, pero sólo por parte del fabricante.

Pese a las limitaciones de duración en las muestras, bucles o loops (8 segundos), el sonido del Mellotron, inconfundible, un tanto imperfecto y artificial, propició su abundante uso en los conciertos y grabaciones de rock progresivo sinfónico en los años setenta; ni siquiera los más versátiles, modernos y compactos sintetizadores lograron hacerlo desaparecer, aunque quedó en un segundo lugar a partir de la aparición de teclados electrónicos, a mediados de los 70.

Entre sus desventajas, todo hay que decirlo, se puede citar principalmente, y como os he comentado antes, la imposibilidad de grabar nuevos sonidos en las cintas usando el propio aparato; las cintas sólo podían ser grabadas utilizando un mecanismo que poseía únicamente el fabricante del instrumento. Otra desventaja radicaba en el hecho de que, con frecuencia, cada vez que se trasladaba el instrumento, al igual que los pianos clásicos, había que calibrarlo; debido a la tendencia a desajustarse, muchos artistas que lo utilizaban salían de gira con dos unidades, para disponer de una de reserva.


Os preguntaréis en qué canciones podemos disfrutar del sonido del Mellotron: quizás la canción más famosa sea “Strawberry Fields Forever” de The Beatles, en cuya introducción encontramos unas flautas traveseras que, en realidad, son un Mellotron modulando una pregrabación de esas mismas flautas. ¡Voila! Ahí está el Mellotron…

También lo usaron bandas como Genesis, The Zombies, The Rolling Stones, King Crimson o Led Zeppelin.

Con la aparición de los modernos sintetizadores polifónicos y los samplers el mellotron fue desplazado poco a poco; en la actualidad algunos músicos han vuelto a recurrir al Mellotron para darles a sus composiciones un sonido evocador y precisamente nostálgico al más puro estilo de los años sesenta y setenta.

Hoy en día es utilizado ocasionalmente por artistas y bandas tan conocidas por los más jóvenes de casa (jóvenes de edad y de espíritu, quiero decir) como Tom Waits, Red Hot Chili Peppers, Smashing Pumpkins, Radiohead, Oasis o Muse.

Lo antiguo y bueno siempre vuelve, y aun contando con la más alta tecnología para crear diferentes sonidos, los artistas de hoy en día utilizan instrumentos del ayer con sonidos tan peculiares e inimitables como los que nos puede proporcionar el Mellotron; pinchad en vuestro estéreo el “Strawberry Fields Forever” y ya lo veréis.

Un saludo, y hasta el próximo newsletter, amigas y amigos.

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