Una vez que esté terminado el mapa con las zonas de mayor contaminación acústica, se desarrollará un plan de medidas correctoras
MARÍA JESÚS GALINDOLas zonas saturadas de ruidos tienen los días contados. El ayuntamiento de Cartagena tiene hasta el 18 de julio de 2013 para desarrollar planes de rehabilitación sonora, o lo que es lo mismo para adoptar medidas que eliminen las molestias ocasionadas por los ruidos.
"En el caso de la contaminación acústica que provoca el tráfico, se podría por ejemplo, alterar la circulación de determinadas calles para evitar que la circulación se concentre en un punto determinado o instalar paneles de aislamiento sonoro en determinadas vías para evitar el ruido de los coches al circular por el asfalto", argumentó el concejal de Urbanismo y Desarrollo Sostenible, Joaquín Segado.
En este sentido, recordó que en determinadas carreteras, como el inicio de la A-30, la vía rápida de La Manga, a su paso por El Algar, ya se instalaron estos paneles.
Al tráfico se une el ruido que provocan determinadas actividades instaladas en la vía públicas y el producido por los locales nocturnos. Hasta ahora los vecinos siempre se han quejado de los ruidos que se producen en zonas como Príncipe de Asturias y la calle Submarino en el Barrio Peral, por la concentración de locales en determinadas calles.
En varias ocasiones los vecinos afectados por los ruidos de los bares e incluso la portavoz del grupo municipal socialista, Caridad Rives, han solicitado al Ayuntamiento que declarase las citadas calles como Zonas Acústicamente Saturadas (ZAS), denominación que dota a la administración local de herramientas para limitar el número de licencias de este tipo de establecimientos.
Sin embargo, antes de actuar el Ayuntamiento necesita tener sobre la mesa datos objetivos sobre los niveles de ruido del municipio. "Hace tres años se hicieron estudios acústicos en Cartagena con micrófonos instalados a pie de calle en una serie de puntos estratégicos para comparar los ruidos en zonas diferentes, como por ejemplo, la Puerta de Murcia y el paseo Alfonso XIII", explicó el edil.
La ley 37/2003 de Ruidos obliga a los municipios de menos de 250.000 habitantes a elaborar un mapa de ruidos antes del 30 de junio de 2012. El Ayuntamiento lleva años con esta asignatura pendiente y finalmente a finales del pasado año contrató la redacción de primera fase del citado mapa a L.V.M. Cavendish S. L., por 27.104 euros.
Este documento representa en un plano los ruidos registrados en la calle. El ruido horizontal generado por el tráfico y las actividades de la zona, así como el vertical existente, por ejemplo, en un edificio de ocho plantas".
La primera fase del mapa de ruidos se centra en la zona del casco antiguo y la mayor parte de las calles de El Ensanche. En el segundo apartado se registrarán los ruidos del resto de El Ensanche y barrios periféricos, como Los Dolores, Santa Lucía, Las 600, Barrio Peral, entre otros; y en una tercera fase se abordarán las diputaciones. "Este último documento será más caro ya que estamos hablando de recoger datos en muchas poblaciones, con los desplazamientos que esto conllevará", dijo.
El presupuesto del proyecto superará los 80.000 euros. Estos documentos se pondrán en común para unificarlos en un único mapa que se llevará a exposición pública y tendrá que ser aprobado por el pleno municipal.
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